Robin Brooks cuestiona el respaldo de Estados Unidos al gobierno argentino y advierte que sostener artificialmente el peso no resuelve el problema de fondo.
El gobierno de Javier Milei celebra como un triunfo el apoyo de Washington para sostener al peso argentino. Sin embargo, las voces críticas empiezan a multiplicarse incluso en los círculos más ortodoxos de la economía internacional. Robin Brooks, ex economista jefe del Instituto de Finanzas Internacionales y ex Goldman Sachs, lanzó una advertencia lapidaria: el plan conjunto entre Milei y la administración Trump no solo no soluciona nada, sino que posterga el desenlace inevitable, una devaluación profunda.
Brooks fue tajante al calificar la intervención estadounidense como “la medicina equivocada”. Para el analista, el problema estructural de la economía argentina no puede resolverse con parches de corto plazo ni con discursos de optimismo fabricado desde la Casa Blanca. “El peso está sobrevalorado en al menos un 20%. Ninguna cantidad de intervención verbal o real por parte de los Estados Unidos puede arreglar eso”, sostuvo con crudeza.
La descripción es tan precisa como incómoda. Mientras el oficialismo intenta instalar que el acompañamiento norteamericano es un salvavidas, Brooks lo comparó con una dosis de morfina: calma el dolor, pero no cura la enfermedad. En palabras del economista, solo la devaluación puede reordenar los precios relativos, y cualquier estrategia que intente evitarla solo prolonga el sufrimiento social y económico.
No se trata de un debate teórico. La realidad muestra que el dólar oficial perforó los $1.400 y los bonos treparon más de un 20% en pocas jornadas, reflejando la volatilidad y la especulación. El gobierno festeja estos movimientos como si fueran signos de confianza, pero en verdad exhiben una economía atada con alfileres, dependiente de la voluntad de un Trump que hoy aparece como garante, pero mañana puede cambiar de prioridades.
El trasfondo es claro: Estados Unidos ofrece un respiro que Milei usa como capital político, pero el costo de posponer el ajuste real lo pagará la sociedad argentina con más inflación, deterioro salarial y pérdida de competitividad. Brooks no lo dice desde una tribuna militante, sino desde el corazón de Wall Street, lo que vuelve aún más lapidario el diagnóstico.
Para el especialista, la única salida viable sería dejar de sostener un tipo de cambio artificial y permitir que la moneda flote. Ese escenario implicaría dolor inicial, pero permitiría encarar un reordenamiento genuino, incentivando exportaciones y corrigiendo los desequilibrios crónicos. Sin embargo, el gobierno de Milei prefiere la ficción de una estabilidad prestada, hipotecando el futuro a cambio de una foto política con Trump.
La advertencia de Brooks desnuda la fragilidad del modelo libertario. No hay épica en este salvataje: apenas un placebo que posterga la tormenta. El gobierno puede insistir en que cuenta con el respaldo de la principal potencia mundial, pero la pregunta es cuánto tiempo más resistirá una economía sostenida por respirador externo y cuán devastador será el costo social cuando la devaluación ya no pueda evitarse.
Fuente
.https://www.perfil.com/noticias/economia/un-guru-de-wall-street-advierte-que-el-apoyo-de-eeuu-es-la-medicina-equivocada-para-la-economia-argentina.phtml






















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