Crisis industrial en Tucumán: “Vamos a pasar a ser los más pobres del planeta”

El presidente de la Unión Industrial de Tucumán, Jorge Rocchia Ferro, denunció una “profunda crisis” en la provincia y el NOA. Fábricas paralizadas, caída del consumo, desempleo sin reinserción y un modelo económico que excluye al norte argentino.

«Estamos todos complicados», advirtió el referente industrial, quien señaló que la región atraviesa un escenario terminal. La desindustrialización, la apertura de importaciones y la falta de políticas diferenciales golpean a sectores clave como el textil, cítrico, azucarero y automotriz. Proponen una estrategia regional para evitar una catástrofe económica y social.

La industria tucumana se encuentra en estado crítico. El presidente de la Unión Industrial de Tucumán (UIT), Jorge Rocchia Ferro, lo expresó sin rodeos: «Si un empleado es despedido, no tiene reinserción en otras empresas porque Tucumán no tiene recambio». Con esa frase sintetizó el derrumbe de un entramado productivo que, según advierte, podría derivar en una crisis social sin precedentes en el norte argentino.

En declaraciones a LG Play, Rocchia Ferro describió un panorama devastador para múltiples sectores de la economía regional. Desde los ingenios azucareros hasta las ensambladoras como Scania, pasando por textiles, citrícolas y la actividad gastronómica, todas muestran señales de parálisis, despidos o fuerte contracción. “Estamos todos complicados”, aseguró.

La UIT mantiene diálogo con el gobierno provincial, pero Rocchia Ferro fue tajante al marcar que el problema excede lo local: “Hay tres Argentinas: el sur con petróleo, el centro con agroindustria, y el norte totalmente pobre”. En ese sentido, pidió una mirada federal auténtica, que no repita el abandono histórico del NOA.


Desempleo estructural y sin salida

Uno de los aspectos más alarmantes de su diagnóstico fue la afirmación de que el desempleo en Tucumán se ha vuelto estructural. “Ni bajando los impuestos a cero ni reduciendo a la mitad los costos laborales podríamos competir con países como Brasil o aquellos con jornales de miseria”, dijo. El problema no es sólo la competitividad, sino la inexistencia de un tejido económico capaz de absorber a los trabajadores que pierden sus empleos.

En la misma línea, advirtió que el consumo interno ha colapsado. Citó como ejemplo las conversaciones con el presidente de la Federación Económica de Tucumán, Héctor Viñuales, quien le confirmó la caída brutal de la actividad gastronómica. “La gente ya no va a comer afuera, las galerías están vacías”, graficó.


Apertura de importaciones y sectores en caída libre

El modelo económico nacional basado en la apertura de importaciones ha sido letal para ciertas ramas industriales. El textil, según Rocchia Ferro, “es la primera víctima”. La industria automotriz también sufre el freno del mercado brasileño y europeo. El azúcar y los cítricos, por su parte, enfrentan una caída de entre el 25% y el 30% en los precios internacionales, sumado a un mercado interno “paupérrimo”.

El diagnóstico es unánime entre los empresarios tucumanos: no hay política nacional que contenga esta situación. Pese a reconocer que el gobierno provincial «da una mano», Rocchia Ferro dejó en claro que la solución debe ser estructural, regional y nacional. De lo contrario, vaticinó, el NOA quedará convertido en una zona sin futuro.


Propuesta: bloque regional y reconversión productiva

Frente al abismo, Rocchia Ferro propone actuar en bloque. «Tucumán, Salta, Jujuy y las demás provincias del norte tienen que unirse. No es lo mismo ir solos que con 25 diputados, 15 senadores y los gobernadores. Si no, vamos a pasar a ser los más pobres del planeta», lanzó, sin medias tintas.

Entre las soluciones posibles, mencionó la necesidad de apostar por la economía del conocimiento, la inteligencia artificial y el turismo. “Tenemos que reinventarnos o nos vamos a caer”, alertó, instando a todas las instituciones —como la FET o la Sociedad Rural de Tucumán— a trabajar en conjunto, sin mezquindades políticas.

Además, anticipó una reunión clave con el presidente de la Unión Industrial Argentina, Miguel Rappallini, donde planteará una agenda del norte completamente distinta a la del centro y sur del país.


Desigualdad estructural y abandono histórico

Lo que subyace en el planteo de Rocchia Ferro no es sólo una crisis coyuntural, sino una desigualdad estructural que la actual política económica parece ignorar. El norte argentino sigue relegado a un lugar marginal dentro del esquema de desarrollo nacional, una zona empobrecida, sin infraestructura suficiente, sin incentivos reales y con altos niveles de informalidad y analfabetismo.

“Hay una profunda falta de educación que deriva en un pueblo cada vez más pobre”, advirtió, con tono crítico. Su llamado es un grito desesperado antes del colapso.


Una advertencia que no puede ser ignorada

La situación en Tucumán es un síntoma de algo más grande: un modelo que concentra recursos y expectativas en un solo sector del país, dejando al resto en el olvido. Si el gobierno nacional no escucha la advertencia de los industriales del norte, el resultado será una catástrofe social, un éxodo hacia los grandes centros urbanos y la consolidación de una Argentina fracturada.

El futuro del norte no puede seguir siendo relegado. La advertencia está hecha. Ahora, el desafío es evitar que se cumpla.

Fuente:

  • https://www.lagaceta.com.ar/nota/amp/1089500/economia/alarma-industrial-tucuman-rocchia-ferro-advirtio-sobre-profunda-crisis-grave-impacto-empleo.html

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