Final de partida de Samuel Beckett

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Después de varias temporadas exitosas con «El avaro de Molière», el Grupo Génesis redobla la apuesta y se adentra en el universo implacable de Samuel Beckett con Final de partida, obra maestra del teatro contemporáneo.

La pieza, escrita entre 1954 y 1956 tras la muerte del hermano de Beckett y estrenada en 1957 en París, representa una de las cumbres del teatro del absurdo. El dramaturgo irlandés, Premio Nobel de Literatura en 1969, revolucionó la escena del siglo XX con un lenguaje despojado, cargado de silencios, repeticiones y paradojas. Obras como «Esperando a Godot» y «Final de partida» lo consagraron como un creador que, con humor negro y una mirada despiadada, expone la fragilidad de la condición humana frente a la muerte, el vacío y el sinsentido.

En este montaje, Alberto Madín asume la doble tarea de director y protagonista (Hamm). Su dirección se caracteriza por un trabajo actoral de gran rigor, donde cada gesto y cada pausa construyen la atmósfera opresiva que exige el texto. Madín apuesta por una puesta minimalista, donde el espacio cerrado se vuelve un personaje más, potenciando la sensación de encierro y la tensión entre los intérpretes. Su mirada contemporánea sobre Beckett no suaviza la crudeza del material: la expone con claridad, pero también con un ritmo que permite que la ironía y la comicidad emergan en medio de la desolación.

En escena, Hamm (Madín) domina desde su sillón con ruedas a Clov (Daniel Di Rubba), sirviente atrapado en una obediencia que nunca se consuma del todo en rebeldía. El vínculo es contradictorio: sometimiento, dependencia, rutina y resentimiento se entrelazan en un juego sin salida. A la vez, los padres de Hamm, Nagg (Rubén Otero) y Nell (Lina Rodríguez), condenados a vivir dentro de tachos de basura, aportan otra dimensión al absurdo: la degradación de la vejez y la ternura de un amor que resiste incluso en la podredumbre.

El elenco sostiene con solvencia la densidad del texto: Madín compone un Hamm tiránico y vulnerable a la vez; Di Rubba aporta a Clov una fisicidad cargada de tensiones; Otero humaniza a Nagg desde la fragilidad extrema; y Rodríguez dota a Nell de una lucidez que ilumina la oscuridad.

Con casi siete décadas desde su estreno, «Final de partida» sigue interpelando. El montaje de Grupo Génesis lo confirma: una obra áspera, irónica y profundamente humana, que transforma el sinsentido en experiencia teatral inquietante y memorable.

📍 Dónde y cuándo:
Todos los sábados a las 19.30 hs en Teatro El Jufré Teatro Bar (Jufré 444, CABA).
🎟️ Entradas: \$18.000 en [Alternativa Teatral]

https://publico.alternativateatral.com/entradas96775-final-de-partida?o=14

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