La ex presidenta reapareció en un acto en Corrientes con un mensaje encendido contra la Corte, Milei y algunos sectores del peronismo. El kirchnerismo se prepara ante una posible orden de detención.
La vicepresidenta mandó un mensaje directo al corazón del poder judicial y político desde Paso de los Libres. “Piden que me metan presa, dicen que estoy acabada. Entonces, ¿por qué no me dejan competir y me derrotan?”, lanzó Cristina Fernández de Kirchner ante una multitud, dejando en evidencia el clima de tensión que sacude por estas horas al kirchnerismo. La posibilidad de que la Corte Suprema confirme su condena y ordene su detención la próxima semana se instaló con fuerza en el Instituto Patria y aceleró los tiempos políticos.
La ex mandataria viajó a Corrientes para respaldar la candidatura de Martín “Tincho” Ascúa a gobernador. Pero el acto rápidamente se convirtió en una tribuna de denuncia, memoria peronista y advertencias. “Nos han bombardeado, fusilado, torturado, desaparecido, me gatillaron en la cara, pero no van a poder evitar que vuelva el pueblo”, exclamó, aludiendo a los fantasmas que sobrevuelan su figura política desde hace años.
Cristina no evitó la autocrítica por el último gobierno peronista —“no estuvo a la altura”, reconoció— pero centró sus críticas más duras en la administración de Javier Milei. “Tener un hijo discapacitado no puede ser una maldición de Dios. ¿Cómo se puede ser tan energúmeno, tan hijo de puta?”, dijo en referencia al recorte de ayudas a personas con discapacidad.
En paralelo, le envió un mensaje cifrado a parte de su propio espacio. “A diferencia de algunos dirigentes de nuestra fuerza, el poder económico no tropieza dos veces con la misma piedra”, dijo, marcando diferencias internas. “Anuncié que iba a ser candidata en la Tercera Sección y se desataron los demonios. Salieron de todos lados a pedir que me metan presa.”
También se burló de quienes ahora la ensalzan como figura de peso pero critican su candidatura provincial: “Me dan estatura de estadista y dicen que ser candidata a legisladora es poco. En los 60, Perón fue candidato a vicegobernador de Framini, y no lo dejaron competir. Pero sirvió para visibilizar esa elección”.
El discurso no dejó espacio para la ambigüedad. Cristina se mostró dispuesta a confrontar, incluso con quienes dentro del peronismo eligen el silencio o la distancia. Y fue más allá: “A los que creyeron que votando cualquier cosa tenían asegurado algo, se los van a comer los piojos”, dijo sobre los gobernadores que acompañaron a Milei. “El gobierno libertario es como el yogur: tiene vencimiento, solo que no trae en la tapa la fecha”.
El intendente Ascúa, visiblemente envalentonado por la presencia de la ex presidenta, también disparó sin filtro: “Le quiero decir a Javier Milei: si tenés huevos, competí con Cristina en las urnas, que te vamos a meter la motosierra por el culo”.
En paralelo, en Buenos Aires el kirchnerismo ya se organiza para una eventual movilización de gran escala en caso de que la Corte avance con una detención. Los gremios, en alerta, discuten sumarse con un paro nacional.
Cristina volvió al centro de la escena con su estilo directo, su potencia discursiva intacta y el viejo manual peronista en la mano: confrontar al poder real, incluso cuando lo tiene encima. Para sus detractores, es la reedición de una figura desgastada. Para sus seguidores, el regreso de la conductora que nunca se fue.
Fuente:
- https://www.lapoliticaonline.com/politica/piden-que-me-metan-presa-dicen-que-estoy-acabada-entonces-por-que-no-me-dejan-competir-y-me-derrotan/
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