Motosierra: Comenzaron a enviar los telegramas de despido a los trabajadores del tren de Pinamar

Milei le baja la barrera al tren a Pinamar: 50 familias en la calle y una postal más del ajuste brutal

El gobierno de Javier Milei sigue avanzando con su política de destrucción del Estado y desguace del sistema ferroviario nacional. En las últimas horas, se concretó lo que ya se venía anticipando desde abril: Trenes Argentinos comenzó a enviar los telegramas de despido a los trabajadores del ramal ferroviario Guido – General Madariaga – Divisadero de Pinamar, que había dejado de funcionar bajo la excusa del “deterioro de vías y puentes”.

Pero lejos de pensar en una inversión para la recuperación de este servicio estratégico que une el interior bonaerense con la costa atlántica, el gobierno libertario optó por aplicar la motosierra sin anestesia. Un total de 50 trabajadores fueron despedidos sin mayores explicaciones que la invocación de los decretos 525/2024 y 526/2024, que habilitan una supuesta “reestructuración” del sistema ferroviario. Para las familias afectadas, esto no es una reestructuración, es un abandono.

El ajuste sobre rieles

Desde el primer día, Milei dejó en claro que su proyecto no contempla ni el desarrollo regional ni la conectividad del interior. La paralización del tren a Pinamar fue presentada en abril como una medida “preventiva” por cuestiones de seguridad. Sin embargo, tras dos meses de silencio y promesas vacías, llegó la peor noticia: despidos sin cobertura, sin viáticos, sin garantías.

Las indemnizaciones serán “según la Ley de Contrato de Trabajo”, dice el telegrama. Lo que no dice es que detrás de esa frase hay vidas desmanteladas, familias desprotegidas y comunidades enteras condenadas al aislamiento. Porque cuando se cierra un ramal ferroviario, no solo se pierde un trabajo: se pierde un servicio público, un derecho, una posibilidad de desarrollo.

Provincia sola ante la motosierra

La única señal de resistencia provino, una vez más, de la Provincia de Buenos Aires. El gobierno de Axel Kicillof manifestó su intención de hacerse cargo del servicio, en un intento por evitar el cierre definitivo. Pero en un contexto donde Nación no solo no acompaña sino que sabotea cualquier iniciativa que no responda a su lógica de mercado, la posibilidad parece lejana.

La política de transporte ferroviario del gobierno nacional es un capítulo más del ajuste salvaje que ejecuta Milei con frialdad quirúrgica. Desde que asumió, el Ejecutivo no ha dado una sola señal de querer recuperar la red ferroviaria, sino todo lo contrario: abandono, cierre de ramales, despidos y privatizaciones encubiertas.

No es un caso aislado: una política de tierra arrasada

Lo ocurrido con el tren a Pinamar no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia sistemática. En paralelo, cientos de trabajadores fueron echados de empresas como Corredores Viales, frigoríficos bonaerenses y organismos públicos nacionales. Las imágenes de telegramas llegando a decenas de familias se repiten como un loop trágico que parece no tener fin.

El caso de los ferroviarios es especialmente simbólico. El ferrocarril representa historia, integración, soberanía. Destruirlo es también una forma de borrar el pasado y resignar el futuro.

Milei contra el pueblo trabajador

En su cruzada ideológica, Javier Milei no duda en dejar a trabajadores en la calle mientras alimenta un discurso de “libertad” que, en los hechos, significa libertad para despedir, precarizar y concentrar la riqueza. Las consecuencias ya se sienten: el ajuste no es solo un número en una planilla de Excel, es hambre, desocupación y desesperanza.

Los trabajadores del tren a Pinamar lo saben. Lo intuyeron cuando les ofrecieron reubicaciones sin cobertura ni seguridad. Lo confirmaron el 31 de mayo, cuando empezaron a llegar los telegramas. Y lo sufren hoy, mientras el gobierno se jacta de su brutalidad como si fuera una virtud.




¿Querés que la acompañe con títulos alternativos o una bajada más contundente? También puedo ayudarte con un formato más pensado para redes sociales si querés difundirla.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *