Milei ajusta donde duele: despidos masivos en el Hospital Posadas y amenazas al Garrahan

En su cruzada por “achicar el Estado”, el gobierno de Javier Milei volvió a demostrar que su motosierra no distingue entre “la casta” y los trabajadores esenciales de la salud pública. Esta vez, el blanco fue el Hospital Posadas, donde se concretaron 110 despidos, mientras se profundiza el conflicto con los trabajadores del Hospital Garrahan. En ambos casos, la motosierra libertaria golpea de lleno en instituciones clave que atienden a los sectores más vulnerables de la sociedad.

Los despidos en el Posadas fueron confirmados por el propio Ministerio de Salud. La medida dejó en la calle a profesionales y personal de apoyo que venían cumpliendo funciones con normalidad, en muchos casos desde hace años. Lejos de tratarse de “ñoquis” o de empleados fantasmas —como intenta instalar el discurso oficial—, se trata de trabajadores con nombre, apellido y vocación, que cumplían tareas fundamentales en el hospital más importante del conurbano bonaerense.

Las imágenes de médicos, enfermeras y técnicos siendo notificados sin previo aviso, mientras cumplían con su jornada laboral, son el retrato más crudo de un ajuste despiadado. Muchos se enteraron que estaban despedidos cuando intentaron fichar y el sistema les negó el acceso. No hubo diálogo, no hubo evaluación de desempeño, ni tampoco un mínimo atisbo de humanidad.

Pero el Gobierno no se quedó ahí. En paralelo, levantó la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo en el conflicto con los trabajadores del Hospital Garrahan, quienes vienen denunciando persecución sindical y recortes salariales. El gesto es claro: Milei no tiene intención de retroceder ni dialogar. Su política sanitaria es un monólogo neoliberal que desprecia la salud pública y castiga a quienes la defienden.

Mientras tanto, la ministra de Salud, Mario Russo, se limita a repetir los mantras del ajuste fiscal, como si se tratara de una auditoría contable y no de la vida de miles de pacientes que dependen diariamente de estos hospitales. No hay una sola palabra sobre cómo afectará esto la atención médica, ni un plan de contingencia para absorber la falta de personal. La salud, para el gobierno libertario, es solo un gasto a recortar.

La situación es aún más alarmante si se tiene en cuenta que el Hospital Posadas ya había sido blanco de despidos durante el gobierno de Mauricio Macri. En aquel entonces, se intentó justificar las cesantías con argumentos similares: “reestructuración”, “eficiencia”, “racionalización del gasto”. Hoy, bajo la gestión de Milei, se repite la historia con mayor crudeza, con un Estado nacional ausente y un Ministerio de Salud que opera como sucursal de la Oficina del Presidente.

En el Garrahan, el panorama no es mejor. Allí, la tensión crece día a día. Los trabajadores denuncian que se les aplican sanciones por participar en medidas de fuerza, en un claro intento de disciplinar la protesta y acallar las voces disidentes. El levantamiento de la conciliación obligatoria no solo deja al personal sin protección legal, sino que habilita al gobierno a avanzar con represalias sin intermediarios.

La pregunta que flota es: ¿hasta dónde está dispuesto a llegar el gobierno de Milei en su cruzada contra lo público? ¿Qué más tiene que pasar para que la sociedad reaccione ante este saqueo sistemático del sistema de salud?

En lugar de cortar privilegios o perseguir la corrupción real —por ejemplo, en los negociados de laboratorios, las tercerizaciones o los sobreprecios históricos de proveedores—, el gobierno eligió ir contra los eslabones más débiles: los trabajadores y los pacientes. Porque eso son, en última instancia, las verdaderas víctimas del ajuste: los que esperan una operación, los que reciben tratamiento oncológico, los que llevan a sus hijos a pediatría sin tener obra social.

La motosierra no es una metáfora. Es una política concreta que destruye estructuras, despedaza derechos y arrasa con la dignidad. Y en hospitales como el Posadas o el Garrahan, esa destrucción no se mide en números fiscales, sino en vidas humanas.

Fuentes

  • https://www.perfil.com/noticias/amp/politica/el-gobierno-echo-a-110-empleados-del-hospital-posadas-y-levanto-la-conciliacion-obligatoria-por-la-situacion-en-el-garrahan.phtml
  • https://grupolaprovincia.com/amp/586183/ajuste-sin-freno-mas-de-100-despidos-en-el-hospital-posadas-y-apunta-al-garrahan
  • https://www.ambito.com/politica/el-ministerio-salud-anuncio-110-despidos-el-posadas-y-sanciones-los-trabajadores-del-garrahan-n6155673/amp
  • https://www.clarin.com/sociedad/echaron-cien-empleados-hospital-posadas-gobierno-personas-iban-trabajar_0_prJPRb9s83.html

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