El cruel ajuste de Milei: jubilados abandonan tratamientos por el brutal aumento de los medicamentos
Mientras el gobierno insiste en que los precios bajaron, los datos demuestran que los medicamentos subieron un 77% en el último año y los adultos mayores deben elegir entre comer o tratarse
Desde la asunción de Javier Milei, el costo de los medicamentos se ha disparado y las políticas oficiales han fracasado en contener la crisis. Leonardo Fernández, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Lomas de Zamora, expone la dura realidad de los jubilados, quienes ya no pueden acceder a sus tratamientos esenciales.
Federico Sturzenegger, uno de los gurúes del gobierno libertario, afirmó recientemente que los medicamentos bajaron un 33% desde que Milei asumió. Sin embargo, la realidad de los mostradores de farmacia desmiente ese relato. «Es totalmente falso», sentencia Leonardo Fernández, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Lomas de Zamora.
Los datos son contundentes: en el último mes, los medicamentos más vendidos aumentaron un 2,5%, y en términos interanuales, el incremento alcanza un 77%. No es un fenómeno aislado ni una distorsión del mercado, sino una muestra más del brutal ajuste que el gobierno de Milei impone sobre los sectores más vulnerables.
Las políticas libertarias han tenido un impacto devastador en la población, pero el golpe más fuerte lo han recibido los jubilados, quienes han visto cómo la cobertura del PAMI se reduce drásticamente. «Los adultos mayores han dejado de tomar medicamentos o han comenzado a seleccionar cuáles pueden comprar y cuáles no», explica Fernández. «Esto pone en riesgo su salud y su calidad de vida».
El drama se repite en cada farmacia del país: pacientes que solían recibir cobertura total ahora deben pagar un 30% del valor de sus remedios. La ecuación es simple y cruel: con haberes jubilatorios de miseria, no alcanza para todo. ¿La solución? Racionar los medicamentos, consumir menos de lo recetado, dejar tratamientos esenciales o directamente abandonar la compra. «Muchos estiran las cajas. Si tienen que tomar dos pastillas por día, toman una», cuenta Fernández. «Pero así el tratamiento fracasa y su salud se deteriora aún más».
Mientras Milei ajusta sobre los más débiles, las grandes farmacéuticas siguen engrosando sus ganancias y el gobierno mira para otro lado. Lejos de resolver la crisis, las medidas adoptadas hasta ahora no han logrado ningún efecto positivo. «No hubo una sola medida correcta de este gobierno para bajar los medicamentos», afirma con contundencia Fernández. «Los medicamentos aumentan todos los meses».
El panorama es desolador y, al ritmo de la motosierra, el gobierno parece decidido a profundizar la miseria de los sectores más vulnerables. Los jubilados, que toda su vida aportaron para tener una vejez digna, hoy son condenados a elegir entre comer o tratarse. Y, mientras tanto, Milei y sus funcionarios siguen vendiendo el espejismo de una Argentina próspera que solo existe en sus discursos.
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