En las últimas horas, una declaración del cineasta y militante libertario Diego Recalde generó una ola de críticas, memes y burlas en redes sociales. Durante una entrevista en el programa Hay Algo Ahí, que conduce Tomás Rebord y se transmite por el canal de YouTube de Blender, Recalde intentó justificar la caída del consumo de alimentos en la Argentina con un argumento tan insólito como desconectado de la realidad:
La frase fue pronunciada en un tono serio, como parte de una explicación sobre la supuesta mejora de los ingresos y el poder adquisitivo de los argentinos bajo el gobierno de Javier Milei. Sin embargo, lejos de causar aprobación, la intervención fue rápidamente viralizada por usuarios de X, TikTok y Reddit, que no tardaron en reaccionar con ironía, indignación y desconcierto.
Lo cierto es que los datos desmienten contundentemente la afirmación del libertario. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas acumularon una caída del 10% en lo que va de 2024, siendo los rubros más afectados justamente los alimentos, bebidas, medicamentos e higiene personal. La suba del 17,7% registrada en diciembre pasado se trató de un fenómeno estacional por las Fiestas y no logró revertir la tendencia negativa.
Además, el acceso a la vivienda es hoy uno de los principales problemas estructurales de millones de argentinos, con un mercado inmobiliario dolarizado, créditos hipotecarios prácticamente inexistentes, y una inflación acumulada que pulverizó salarios y ahorros. Plantear que la población está «decidiendo comprar casas» como causa de la caída en el consumo básico no solo es una falacia, sino una provocación que subestima el sufrimiento cotidiano de las mayorías.
La frase de Recalde se suma a una larga lista de afirmaciones desconectadas de ciertos voceros libertarios que intentan sostener, a fuerza de eufemismos y teorías estrafalarias, un relato de bonanza que solo parece existir en los gráficos de Caputo y en los posteos de trolls rentados.
Mientras tanto, el hambre crece, los comedores populares denuncian desabastecimiento, y el INDEC ya anticipa una fuerte contracción del consumo masivo. Frente a este escenario, justificar el empobrecimiento general con el supuesto auge de la compra de propiedades no solo es cínico: es una muestra más de cómo el dogmatismo ideológico libertario ha reemplazado el análisis de la realidad por una ficción cada vez más grotesca.
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