Contundente mensaje del Primer Bailarín del Teatro Colón llamando a construir una militancia solidaria e inteligente

“Con la bandera de Cristina libre”: la fuerte defensa política de Federico Fernández, Primer Bailarín del Teatro Colón

En un contundente mensaje, el reconocido artista reivindicó su compromiso político, denunció el lawfare contra Cristina Fernández de Kirchner y llamó a construir una militancia solidaria e inteligente.

“No hay forma de tener paz social con causas inventadas”, advirtió.

Federico Fernández, uno de los máximos referentes de la danza en la Argentina, rompió el silencio ante los intentos de silenciar voces del ámbito cultural que se expresan políticamente. Desde su rol en el prestigioso Teatro Colón, denunció la persecución judicial contra la ex presidenta, reivindicó los avances sociales de su gobierno y reafirmó su militancia como una herramienta para transformar la realidad.

En un país donde el clima político está cada vez más enrarecido y la persecución judicial a líderes populares se intensifica, voces del arte y la cultura emergen con fuerza para expresar un compromiso que trasciende los escenarios. Federico Fernández, Primer Bailarín del Teatro Colón, publicó un mensaje contundente en sus redes sociales que rápidamente generó repercusión: «Basta de pedirme que pare de hablar de política», comienza afirmando, en clara alusión a quienes pretenden acallar su voz por su rol en una institución de élite.



Lejos de esquivar el conflicto, Fernández profundiza: “Sí, soy Primer Bailarín del Teatro Colón, de un lugar hostil y alejado de las realidades”. Con esta frase, reconoce la distancia que suele percibirse entre ciertos ámbitos culturales y las problemáticas sociales, pero al mismo tiempo la interpela. Lo hace desde una posición de honestidad y valentía, al recordar que “todo lo que está pasando nos invita a estar juntos, con una militancia eficiente, solidaria e inteligente”.

El artista repasa algunos de los pilares del legado político de Cristina Fernández de Kirchner, a quien reivindica como una figura clave en la politización de una generación: “Con Cristina muchos de nosotros nos sumamos a militar, a tener más conciencia política y social”, recuerda, para luego enumerar políticas concretas de inclusión y ampliación de derechos: el Procrear, el matrimonio igualitario, las moratorias previsionales, el apoyo a la ciencia y la cultura, el reconocimiento a los ex combatientes, el respeto por las identidades, la defensa del desarrollo y la producción nacional.

“Ella estuvo con todos nosotros”, resume Fernández, para luego lanzar un llamado urgente: “No permitamos que esta causa inventada y perversa nos deshuace”. La causa a la que hace referencia es la persecución judicial contra la dos veces presidenta de la Nación y actual referente indiscutible del campo nacional y popular, víctima del lawfare y la manipulación mediático-judicial impulsada por sectores concentrados del poder.

Lejos de caer en el desánimo, el mensaje de Fernández es también una convocatoria a la esperanza: “Este es el envión para construir algo mejor con la bandera de Cristina libre, por ella, por nosotros…”. Con estas palabras, plantea la necesidad de que la militancia se mantenga activa y lúcida, no sólo en defensa de una persona, sino de un proyecto de país basado en la justicia social, la soberanía política y la independencia económica.

Finalmente, el bailarín cierra su mensaje con una fuerte crítica al actual estado de situación política del país: “No hay forma de tener paz social en un país con causas inventadas y con monarcas que digiten nuestro futuro junto con las corporaciones, empresarios de medios de comunicación, con la política mafiosa y con el odio de una ciudadanía que se comió la curva”.

En esa frase final, Fernández sintetiza el espíritu de su declaración: una denuncia frontal contra el poder real que intenta condicionar la democracia, destruir los liderazgos populares y disciplinar a quienes se atreven a pensar y decir distinto.

Su valentía y claridad resuenan con fuerza en tiempos donde el silencio se convierte en complicidad. Desde uno de los espacios más emblemáticos de la cultura nacional, Federico Fernández se suma al grito colectivo que hoy recorre calles, redes y escenarios: Cristina libre. Por ella. Por nosotros. Por la democracia.

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