La paralización de la obra pública impulsada por el gobierno nacional y apoyada por el gobernador Zdero, ya tiene consecuencias devastadoras en todo el país, pero en algunas provincias la crisis adquiere proporciones alarmantes. En Chaco, el secretario general de la UOCRA, Ariel Ledesma, advirtió que más del 60% de los trabajadores del sector están desocupados o directamente han abandonado la actividad por falta de oportunidades.
“En los peores momentos manteníamos al 55 o 60% de ocupación, pero hoy estamos al revés: tenemos un 60% de desocupación”, sentenció el dirigente gremial en declaraciones al diario NORTE. Actualmente, apenas unos 4.000 trabajadores permanecen ocupados, una cifra ínfima si se la compara con los más de 15.000 obreros activos que supo tener el sector en épocas de reactivación económica, como la vivida tras el gobierno de Mauricio Macri.
El parate deliberado de la obra pública, sumado al encarecimiento de los costos, hundió a la construcción en una crisis profunda que golpea no solo a los obreros, sino a toda la economía regional. “Cuando la construcción se activa, mueve todo: desde la carnicería del barrio hasta el corralón. Es la rueda que enciende el consumo real”, explicó Ledesma.
Abandono estatal y deterioro estructural
La situación no solo refleja una crisis laboral: también es el síntoma de un abandono sistemático del Estado. Las consecuencias son visibles: rutas destruidas, escuelas sin mantenimiento, hospitales en deterioro. La parálisis de la inversión pública no solo anula puestos de trabajo, sino que pone en riesgo la infraestructura básica y los derechos fundamentales de la población.
“Primero nos golpeó a nosotros, pero ahora la sociedad lo siente”, advirtió Ledesma. Y tiene razón: la obra pública no solo construye edificios, sino que teje redes de empleo, dinamiza el comercio local y mejora las condiciones de vida. Su ausencia, en cambio, genera desocupación, pobreza y exclusión.
Sin inversión no hay futuro
Aunque se especula con la posible reactivación de obras puntuales –como un tramo de la ruta 95–, el panorama general es de abandono. Ledesma fue claro al respecto: “Si no hay políticas claras para reactivar la construcción formal, es imposible que salgamos adelante”.
Desde la UOCRA reclaman que el gobierno nacional deje de lado la lógica del ajuste perpetuo y apueste por la inversión como herramienta de desarrollo. También piden que el sector privado reciba incentivos, como créditos accesibles a través del Banco del Chaco, para ayudar a recomponer parte del tejido laboral devastado.
El camino, según el dirigente, pasa por una coordinación seria entre Nación y Provincia, trabajando junto al sector productivo e industrial para recuperar empleos y volver a poner en marcha la economía real. “Hay que generar condiciones para atraer inversiones privadas, reducir la burocracia y facilitar el acceso al financiamiento”, concluyó.
Una crisis federal
La situación en Chaco no es un hecho aislado. Se replica en otras provincias como Chubut, donde más de 1.500 obreros quedaron en la calle por el derrumbe de la obra pública y la caída de la actividad petrolera. A nivel nacional, la construcción está un 30% por debajo del nivel de noviembre de 2024, y algunos especialistas aseguran que la crisis es comparable a la vivida tras la salida de la convertibilidad.
Con políticas que priorizan el déficit cero por sobre el bienestar social, y con un Estado que se retira de sus funciones estratégicas, la desocupación y el deterioro social seguirán profundizándose. Lo que está en juego no es solo el empleo de miles de trabajadores, sino la posibilidad misma de sostener una Argentina con futuro.
Fuente:
- https://www.infogremiales.com.ar/por-el-freno-inducido-en-la-construccion-el-60-de-los-obreros-del-chaco-esta-desocupado/
Deja una respuesta