Ataque a la salud pública: cómo el gobierno de Milei desinforma y recorta recursos

El presidente difunde información falsa sobre políticas de salud en la Provincia de Buenos Aires, mientras desfinancia áreas clave y deja a millones sin atención.

El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, desmintió las acusaciones de Javier Milei sobre cirugías de reasignación de género en menores y denunció que el Estado Nacional está abandonando a la población trans, desfinanciando programas de salud mental y dejando sin recursos a las provincias para enfrentar crisis sanitarias.

Si la mentira tuviera un laboratorio, estaría en la Casa Rosada. Desde allí, el presidente Javier Milei dispara desinformación con una eficacia quirúrgica, dirigida a desmantelar políticas públicas y sembrar el odio. Esta vez, el blanco de su artillería discursiva fueron los consultorios de atención para personas trans en la Provincia de Buenos Aires. Según el mandatario, en esos centros de salud “se mutila” a menores de edad. Un disparate que no resiste el menor análisis, pero que cumple su función: fabricar un enemigo y distraer de la descomposición del Estado.

El desamparo del consumidor: el gobierno de Milei destruye otra instancia de defensa

El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, salió al cruce de las declaraciones presidenciales y explicó la realidad: “Nos estamos acostumbrando a un presidente que dice mentiras deliberadamente. No creo que se confunda leyendo trolls en redes sociales. Miente a propósito”. En diálogo con Radio 10, Kreplak desarmó la falacia y expuso la gravedad del ataque oficialista.

Los consultorios a los que hace referencia Milei no son centros de mutilación infantil, sino espacios de atención específica para una población altamente vulnerable. “Hace diez años, la expectativa de vida de una persona trans era de apenas 35 años, cuando la media general supera los 70”, detalló el ministro. El dato es contundente: el abandono del Estado condena a esta población a una existencia precaria y a una muerte temprana.

El Ministerio de Salud bonaerense desarrolló 240 consultorios específicos dentro de hospitales y centros de salud municipales. La razón es simple: el sistema sanitario tradicional no está preparado para atender de manera adecuada a la población LGBTIQ+. “Los médicos nos forman para atender varones y mujeres de manera binaria. Necesitábamos generar espacios donde estas personas puedan recibir atención de calidad y sin discriminación”, señaló Kreplak.

Las declaraciones de Milei buscan justificar el desfinanciamiento de estas políticas. El Estado Nacional tiene la obligación, por ley, de garantizar el acceso a tratamientos hormonales para personas trans. Sin embargo, el gobierno libertario eliminó la compra de estos insumos, obligando a la Provincia a cubrir la demanda con fondos propios. “El Estado Nacional decide violar la ley por ideología. Nosotros intentamos reemplazar esa ausencia con presupuesto provincial, pero no es fácil”, advirtió Kreplak.

El ataque presidencial también persigue otro objetivo: debilitar la gestión de Axel Kicillof y construir un enemigo a la medida de la narrativa libertaria. “Creo que no me equivoco si digo que ahora vienen por la Provincia de Buenos Aires”, alertó el periodista Gustavo Sylvestre durante la entrevista. Kreplak coincidía: “No es solo con la Provincia ni solo con ciertas poblaciones. El Estado Nacional está abandonando sus responsabilidades. Hay un incendio en la Patagonia y tampoco se hacen cargo. No cumplen ninguna función y se dedican a criticar lo que hacemos los demás”.

El vaciamiento estatal no solo afecta a la población trans. Kreplak reveló un dato alarmante: en el primer año de Milei, los suicidios en la Provincia de Buenos Aires se duplicaron y hoy son el doble de los homicidios. “El Ministerio de Salud está desarticulando la estrategia de salud mental, cerrando el hospital Bonaparte y sacando recursos vitales. Es una situación desesperante”, aseguró el ministro.

Mientras Milei recorta presupuestos, la realidad social estalla. La crisis económica y la violencia discursiva tienen consecuencias tangibles: más suicidios, más desatención, más desesperación. “Nosotros ponemos el cuerpo para atender a la gente, pero cada día es más difícil”, concluyó Kreplak.

El modelo libertario avanza con el bisturí de la motosierra, amputando derechos, precarizando la vida y dejando en el abandono a millones de argentinos. Y cuando la tragedia estalla, el presidente responde con su herramienta favorita: la mentira.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *