Lula desafía a Milei y prepara una visita histórica a Cristina Fernández de Kirchner

El presidente de Brasil evalúa viajar a Buenos Aires en julio para reunirse con CFK en un gesto que trasciende la diplomacia y se convierte en un contundente respaldo político en medio de la persecución judicial y mediática que enfrenta la exmandataria.

La visita de Lula da Silva a Cristina Fernández de Kirchner amenaza con descolocar al gobierno de Javier Milei. No se trata de un mero encuentro protocolar: es un acto político de alto voltaje que expone la debilidad diplomática del libertario, la falta de institucionalidad de su gestión y la proyección regional que aún conserva el kirchnerismo. El contexto lo dice todo: mientras Milei dinamita los puentes con el mundo, el líder brasileño decide cruzar la frontera para abrazar a una figura política que sigue generando pasiones, odios y, sobre todo, esperanza.

La escena, si se concreta, será más que simbólica: Luiz Inácio Lula da Silva aterrizando en Buenos Aires no para encontrarse con su par Javier Milei, sino para visitar a Cristina Fernández de Kirchner. Un hecho que, en términos diplomáticos, equivale a un cachetazo con guante blanco. Una postal que incomoda al gobierno argentino, que profundiza su aislamiento internacional a fuerza de agresiones verbales, rupturas innecesarias y una peligrosa política exterior guiada más por el odio ideológico que por los intereses nacionales.

El mandatario brasileño no lo niega. Su entorno lo desliza con precisión quirúrgica. Paulo Pimenta, ministro de la Secretaría de Comunicación Social y hombre de extrema confianza de Lula, viajó esta semana a Buenos Aires y dejó claro que la preocupación del gobierno de Brasil por la situación de Cristina no es simbólica ni lejana: “Nuestro objetivo es verla libre”. Una frase que, en contexto, cobra el peso de una declaración de principios.

Pimenta no vino solo a Argentina a hacer turismo. Participó activamente de la multitudinaria Marcha Federal Universitaria, presenció de primera mano la movilización popular en defensa de la universidad pública, y no escatimó elogios: “Estoy impresionado con la fuerza del pueblo argentino en las calles”, declaró. La lectura es clara: mientras Milei se jacta de recortar presupuestos y atacar la educación pública, desde Brasil se observa, se toma nota y se elige un bando.

La tensión no es nueva. Lula y Milei están en las antípodas ideológicas, pero lo que era una rivalidad política ahora amenaza con convertirse en un conflicto diplomático sin precedentes. El presidente argentino ha dedicado tiempo y energía a agraviar públicamente a su par brasileño. Lo llamó “comunista corrupto”, negó toda posibilidad de reunirse con él e incluso vetó su presencia en la ceremonia de asunción presidencial. Un desaire sin antecedentes, que no fue olvidado en Brasilia.

En este escenario, la eventual visita de Lula a CFK en julio —coincidiendo con el cumpleaños de la exmandataria o con el Día de la Amistad Argentino-Brasileña, el 20 de julio— tendría un valor político inconmensurable. No sólo sería una muestra de respaldo personal: también constituiría una toma de posición internacional frente a la creciente persecución judicial que sufre Cristina, una situación que Lula conoce en carne propia. Él mismo estuvo preso 580 días por una causa judicial que, años después, fue desmantelada y expuesta como parte de una estrategia política de la derecha brasileña.

La analogía no es caprichosa. Lula sobrevivió al lawfare y regresó al poder con el apoyo de millones. Cristina, aunque sin cargos ni campaña, mantiene una centralidad política que molesta a los libertarios, incomoda a la derecha y desvela a los estrategas del poder económico concentrado. Su figura —vilipendiada por los grandes medios, acosada por sectores del Poder Judicial, marginada del esquema institucional por decisión del oficialismo— conserva una potencia simbólica que cruza fronteras.

Desde el oficialismo, la sola posibilidad de que Lula pise suelo argentino para abrazar a CFK es vista como una provocación. Pero en realidad, es una señal: el kirchnerismo sigue siendo un actor central en el tablero político regional. Aún sin poder formal, aún sin presidencia ni gobernaciones, Cristina representa una corriente de pensamiento, una épica y un modelo de país que sigue interpelando a millones, en la Argentina y más allá.

El gobierno de Milei, por el contrario, parece cada vez más encapsulado en su propio relato. Aislado en el plano internacional, con conflictos abiertos con España, México, Colombia y Brasil, sin alianzas estratégicas reales y apostando todo al eje con Estados Unidos e Israel, el oficialismo parece repetir los errores de un nacionalismo cerrado, pero con el agravante de una impronta destructiva. En este contexto, cada visita, cada declaración, cada gesto de un mandatario extranjero cobra relevancia.

La confirmación o no de la visita de Lula se dará en las próximas semanas. Pero más allá del viaje en sí, el mensaje ya fue enviado. Brasil no es neutral ante lo que ocurre en Argentina. Lula no se alinea con Milei, y menos aún con quienes promueven el vaciamiento del Estado, la entrega de los recursos naturales y la criminalización de la oposición. Su cercanía con CFK no es protocolar: es ideológica, política y humana.

“Ella fue una gran presidenta, una mujer valiente que resistió como pocas”, dijo Lula en más de una oportunidad. Ahora, todo indica que está dispuesto a demostrarlo una vez más, con hechos y no sólo con palabras.

Mientras tanto, la oposición en Argentina observa con atención. Porque lo que parecía una escena de archivo —el peronismo golpeado, Cristina arrinconada, el poder en manos del mercado— podría estar cambiando. El regreso del pueblo a las calles, la reactivación de los movimientos sociales, las señales de solidaridad internacional y, sobre todo, la posibilidad de que Lula cruce la cordillera para abrazar a su amiga y aliada política, marcan un nuevo tiempo.

La historia, como siempre, se mueve. Y algunos ya están quedando del lado equivocado.

FUENTES :

  1. https://www.lapoliticaonline.com/politica/lula-desafia-a-milei-y-evalua-visitar-a-cristina-en-julio/
  2. https://www.pagina12.com.ar/834950-nuestro-objetivo-es-ver-a-cristina-libre
  3. https://radio.unr.edu.ar/2025/06/19/paulo-pimenta-estoy-impresionado-con-la-fuerza-de-la-movilizacion-del-pueblo-argentino/

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