La estafa de los Etchevehere al «El Diario de Parana», todos procesados

La justicia entrerriana acaba de confirmar una verdad largamente sospechada y denunciada: los Etchevehere no solo se disputaban tierras familiares, sino también el patrimonio simbólico y económico de la prensa provincial.

A más de una década del inicio de la causa, la Cámara de Casación Penal de Paraná ratificó el procesamiento de Luis Miguel Etchevehere, Sebastián Etchevehere, Juan Diego Etchevehere y Leonor Barbero Marcial por administración fraudulenta agravada, en perjuicio de la empresa SAER (Sociedad Anónima Entre Ríos), propietaria del tradicional El Diario de Paraná.

Este fallo histórico llega apenas días después de la absolución de Dolores Etchevehere por la presunta usurpación del campo familiar “Casa Nueva”, en una resolución que también puso el foco en la violencia económica y simbólica ejercida contra ella por su propia familia. La misma que ahora, según los jueces María de Luján Giorgio, Gustavo Pimentel y Evangelina Bruzzo, habría montado un entramado de sociedades para vaciar un medio de comunicación clave de la región.

Fraude, vaciamiento y desvío de fondos públicos

La resolución judicial sostiene que los imputados utilizaron recursos de la empresa para cubrir gastos personales, desviar ingresos provenientes de publicidad oficial y realizar transferencias irregulares a firmas de su propiedad. También se investiga la venta fraudulenta de activos de El Diario y la ejecución de una estrategia premeditada para descapitalizar la empresa y apropiarse de su patrimonio operativo.

Es decir, no se trata solo de un conflicto familiar ni de una disputa por tierras. Lo que se juzga es un plan sistemático para desmantelar una herramienta de comunicación pública, saquear sus recursos y convertir su crisis financiera en una excusa para justificar su cierre o transformación en un aparato de propaganda al servicio de intereses privados.

La denuncia original fue presentada por Dolores Etchevehere en 2013, en un contexto de fuertes tensiones familiares y empresariales. Hoy, 12 años después, la justicia comienza a darle la razón.

La impunidad como estrategia de poder

Lo que revela este caso no es solo un delito empresarial: es la forma en que las élites agrarias, mediáticas y políticas en Argentina han operado históricamente para saquear lo que consideran «propiedad heredada», sin distinción entre recursos públicos o privados. Luis Miguel Etchevehere no es un personaje menor: fue ministro de Agricultura de Mauricio Macri, figura visible del agro-negocio y vocero del poder concentrado.

Ahora, ese mismo personaje enfrenta cargos por fraude. Y no está solo. Su madre y hermanos también están procesados. Al mismo tiempo, fueron citados a declarar en una causa federal por extorsión y violencia económica contra Dolores, en un contexto donde la justicia empieza, tímidamente, a reconocer que la violencia de género también se manifiesta en las estructuras económicas y patrimoniales de las familias poderosas.

Cuando el periodismo es víctima

El Diario de Paraná no es un medio más. Fundado en 1914, fue testigo y protagonista de la historia entrerriana durante más de un siglo. Su vaciamiento no solo afectó a sus trabajadores, sino que empobreció el ecosistema informativo local. Lo que los Etchevehere desmantelaron no fue solo una empresa: fue una institución clave para la democracia provincial.

Este caso debería abrir una reflexión más profunda sobre quiénes controlan los medios en la Argentina, y con qué fines. No hay libertad de prensa si los medios terminan siendo cajas vacías al servicio de intereses familiares o políticos. Y no hay democracia sólida si la justicia tarda más de una década en actuar ante una denuncia clara y documentada.

Dolores, la excepción que resiste

La figura de Dolores Etchevehere se resignifica. De acusada de usurpación a denunciante validada por la justicia. De paria familiar a voz incómoda que denunció no solo la violencia simbólica y económica, sino también la corrupción estructural detrás de los apellidos ilustres.

La sentencia que la absolvió por el ingreso al campo “Casa Nueva” también es relevante: el juez Gervasio Pablo Labriola señaló que no hubo delito, sino un conflicto familiar profundo, que se inscribe en un contexto de desigualdad patrimonial, manipulación económica y violencia sistemática. Es la justicia, por primera vez, quien nombra las cosas por su nombre.

El desafío: que no quede impune

La pregunta ahora es si este fallo judicial será el primero de una serie o un hecho aislado. ¿Habrá condena? ¿O la maquinaria de impunidad volverá a funcionar para proteger a los poderosos de siempre?

El procesamiento confirmado por la Cámara no es una condena, pero abre una puerta hacia una verdad más incómoda: la de las familias que se presentan como guardianas de los valores republicanos mientras vacían empresas, medios y estancias con total impunidad.

Fuente:

  • https://www.perfil.com/noticias/amp/sociedad/la-justicia-confirmo-el-procesamiento-de-los-etchevehere-por-estafa-en-el-vaciamiento-de-el-diario-de-parana.phtml

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