Lo hizo en los Tribunales de Retiro y la investigación quedó a cargo, por sorteo, del juez federal Daniel Rafecas.
(Por Roque Perez) El presidente Javier Milei denunció a un periodista por presuntas «calumnias o falsa imputación» e «injurias» en los tribunales de Retiro y la investigación quedó a cargo por sorteo del juez federal Daniel Rafecas.
En una nueva escalada contra la libertad de expresión, el Presidente presentó tres denuncias penales por “calumnias e injurias” contra los periodistas Carlos Pagni, Viviana Canosa y Ari Lijalad.
La ofensiva judicial no es un hecho aislado: se inscribe en una política sistemática de hostigamiento, estigmatización y agresiones verbales contra cualquier voz crítica, que va desde los insultos en redes sociales hasta la asfixia económica a medios no alineados.
«No odiamos lo suficiente a los periodistas», había dicho Milei hace unos días. En su gobierno los medios críticos son castigados, los periodistas estigmatizados y los organismos internacionales alertan sobre un deterioro acelerado.
En solo dos años, Argentina cayó 47 puestos en el ranking mundial de libertad de prensa, ingresando al grupo de países con “problemas significativos” para ejercer el periodismo.
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