El show mediático de la diputada libertaria que fue a «bautizarse» al río Jordán con la tuya

En una nueva muestra de desconexión y desinterés por las obligaciones parlamentarias, la diputada por Córdoba, María Celeste Ponce (La Libertad Avanza), se convirtió en el centro de la polémica este fin de semana. La legisladora decidió viajar al río Jordán, en el Líbano, para llevar a cabo un acto personal: un bautismo con tintes espirituales. Pero lo que realmente desató la controversia no fue el acto en sí, sino el hecho de que lo realizó sin pedir licencia ni notificar a la Cámara de Diputados, donde se encontraba en pleno desarrollo de su tarea legislativa.



El costo de un viaje «espiritual» sin autorización

En plena actividad parlamentaria, con el Congreso trabajando y con debates cruciales sobre el futuro del país, la ausencia de Ponce no fue meramente personal, sino institucional. Los diputados tienen la obligación de justificar sus ausencias y pedir permiso para ausentarse por razones de índole personal, algo que la legisladora omitió completamente. Como si eso fuera poco, Ponce no dio ningún tipo de explicación sobre su inusitado viaje y menos aún sobre cómo este viaje a un lugar de significancia religiosa se traduce en alguna mejora para los problemas que atraviesa el país.



La falta de responsabilidad institucional

Ponce, cuyo accionar legislativo ya ha sido cuestionado en múltiples ocasiones, sigue demostrando un desprecio absoluto por el rol que ocupa. Ya en ocasiones anteriores, su desempeño fue motivo de controversias, entre ellas, acusaciones de extorsionar a asesores y de conductas que distan mucho de lo que se espera de un representante del pueblo. El bautismo en el río Jordán no hace más que consolidar la imagen de una diputada que sigue más preocupada por su exposición mediática que por cumplir con su función.



Más que un bautismo, un show mediático

El viaje fue documentado en un video que la propia Ponce compartió en sus redes sociales, como si se tratara de un acto de marketing personal, en lugar de una verdadera experiencia religiosa. Los gestos de “renacimiento” parecen más bien un intento por capitalizar la atención mediática, en lugar de un acto genuino de fe o reflexión. Como si fuera una campaña publicitaria, la diputada aprovecha cualquier oportunidad para figurar en los medios, sin importar las implicancias institucionales de su comportamiento.



La respuesta que la ciudadanía exige

El desdén hacia la institucionalidad es una constante en la carrera política de Ponce, cuya actitud impulsiva y provocadora la coloca cada vez más lejos de las preocupaciones reales de los ciudadanos. Los votantes que eligieron a Ponce para representarlos merecen una respuesta clara sobre su comportamiento. El Congreso no es un lugar para escapar de responsabilidades en nombre de un supuesto “renacimiento”, ni para transformar ritos personales en un espectáculo mediático.

La diputada debería, al menos, tener la decencia de pedir disculpas y justificar su ausencia ante sus electores, pero la realidad es que parece no estar dispuesta a asumir ninguna de sus responsabilidades. A su falta de compromiso con el pueblo, se le suma su carencia de respeto por la política institucional.



Un ejemplo de incoherencia libertaria

Lo que se vuelve cada vez más claro es que para la diputada Ponce, la política no es un servicio público, sino una plataforma desde la cual proyectarse y hacer de su vida privada un show mediático. Su actuar no es más que una demostración de la desconexión que muchos de los representantes de La Libertad Avanza muestran ante la realidad del país.

Si Ponce realmente quiere “renacer” en lo político, tendrá que empezar por respetar las reglas y el rol para el que fue elegida. En lugar de seguir haciendo de su vida personal un espectáculo, debería dedicarse a cumplir con sus responsabilidades parlamentarias, demostrar que está a la altura del cargo y que su papel en el Congreso va más allá de los flashes mediáticos.



El verdadero “bautismo” de Ponce

María Celeste Ponce tiene la oportunidad de “renacer” como diputada, pero este renacer solo será posible si decide abandonar la autopromoción personal y se compromete, de una vez por todas, con la responsabilidad y el trabajo parlamentario. De lo contrario, su comportamiento solo continuará siendo un reflejo de la desidia y el desinterés por los problemas reales de los ciudadanos.

El bautismo en el río Jordán, con todos sus matices espirituales, podría haber sido un acto de reflexión profunda. Pero en el contexto político en el que se desarrolló, no fue más que un reflejo de lo que se ha convertido la política argentina: un show vacío sin compromiso ni propósito.

Fuentes:

  • https://www.lavoz.com.ar/politica/el-bautismo-de-la-diputada-cordobesa-maria-celeste-ponce-en-el-rio-jordan-mori-para-renacer/
  • https://www.lapoliticaonline.com/amp/319141-una-diputada-libertaria-se-fue-a-bautizar-al-jordan-sin-pedir-licencia/
  • https://eldoce.tv/politica/2025/06/09/mori-para-renacer-la-diputada-cordobesa-celeste-ponce-y-el-video-de-su-bautismo-en-el-rio-jordan/
  • https://www.eldiariodecarlospaz.com.ar/politica/2025/6/10/viaje-espiritual-una-diputada-libertaria-de-cordoba-se-bautizo-en-el-rio-jordan-236000.html

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