Despidos en VENG: el ajuste libertario ahora apunta al corazón del desarrollo aeroespacial argentino

Mientras las calles del país se llenaban de voces en defensa del sistema científico nacional, el gobierno de Javier Milei ejecutaba, en la más absoluta discreción de un viernes por la noche, una nueva ofensiva contra el entramado estratégico del conocimiento y la tecnología: unos 30 trabajadores y trabajadoras fueron despedidos de la empresa estatal VENG S.A., una pieza clave en el desarrollo aeroespacial argentino.

La decisión no fue casual ni aislada. Se trata de un movimiento planificado, en línea con la política de desmantelamiento sistemático de las capacidades científicas y tecnológicas del país que el actual gobierno viene ejecutando desde su asunción. En este caso, la empresa afectada tiene un rol estratégico: VENG participa en proyectos tan sensibles como el desarrollo de motores para lanzadores satelitales, como el Tronador II, y depende directamente de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), donde el Estado es el accionista mayoritario.

Ciencia, despidos y oscuridad: el modus operandi libertario

El patrón se repite: los despidos se informan en horarios marginales, sin dar explicaciones ni garantías. El objetivo es claro: avanzar en el achique del Estado sin asumir el costo político de destruir áreas sensibles para el desarrollo soberano. Esta vez, los afectados fueron técnicos y profesionales altamente calificados, muchos de ellos con años de experiencia y trabajo acumulado en los laboratorios y bancos de ensayo que dan soporte a la industria satelital nacional.

Pero esta ofensiva no ocurre en el vacío. Coincide con una semana de jornadas federales de protesta organizadas por universidades, centros de investigación y gremios, que vienen alertando sobre el brutal ajuste al sistema científico y tecnológico. Las consignas son claras: salarios congelados, despidos masivos y paralización de proyectos estratégicos. El caso de VENG es una síntesis brutal de ese escenario.

El modelo Caputo: primarización, extractivismo y ciencia de descarte

Desde los gremios del sector, como ATE-CONAE, apuntan directamente al Ministerio de Economía y al modelo que encarna Luis Caputo. No es un dato menor: el propio ministro ha reivindicado públicamente el modelo económico peruano, caracterizado por su orientación primario-exportadora y su desprecio por el desarrollo científico-tecnológico. En otras palabras: un país reducido a proveedor de materias primas para las potencias, sin industria, sin ciencia y sin futuro.

Esa lógica explica los despidos en VENG, pero también los más de 4.000 puestos de trabajo perdidos en ciencia y tecnología desde que Milei llegó al poder, y el vaciamiento de instituciones como el CONICET, el INTI y la CONAE. Todo un andamiaje construido durante décadas, hoy puesto en riesgo por una política de ajuste feroz y dogmática.

Ni explicaciones ni contención: el silencio oficial como política de Estado

Hasta el momento, ni el gobierno nacional ni las nuevas autoridades de VENG han emitido declaración alguna sobre las desvinculaciones. Tampoco se ofrecieron alternativas, planes de reubicación, ni medidas de contención para los trabajadores despedidos. El mensaje es tan claro como brutal: quedan afuera del sistema, sin razones ni responsabilidades, víctimas de una política que solo entiende de números, no de personas.

En respuesta, las organizaciones gremiales anunciaron que continuarán con las protestas y ya convocaron a una movilización frente a la sede de CONAE en la Ciudad de Buenos Aires para exigir la reincorporación inmediata del personal despedido, el aumento del presupuesto para el sector y la reactivación de los proyectos paralizados.

Un país que apaga sus motores

Los despidos en VENG no son un hecho aislado. Son una advertencia. Un país que despide a sus científicos, que cierra sus laboratorios y que deja de invertir en tecnología propia, es un país que renuncia a su soberanía. En el caso del sector aeroespacial, esto implica también perder capacidad de observación del territorio, independencia satelital y proyección internacional.

En definitiva, es el futuro lo que está siendo desmantelado. Y lo que se está construyendo es un país dependiente, empobrecido y excluido del mapa del conocimiento global. Lo que Milei llama “libertad”, en este caso, no es más que el despido sin aviso de quienes trabajan todos los días por un desarrollo tecnológico con bandera argentina.

Fuente:

  • https://www.infogremiales.com.ar/el-desmantelamiento-libertario-a-la-ciencia-y-tecnologia-llega-al-sector-aeroespacial-un-viernes-por-la-noche-anuncian-despidos-en-la-estatal-veng/

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