De sindicalista a patrón: El gobernador Vidal se sacó la camiseta sindical y ahora desprecia a los estatales

El gobernador de Santa Cruz tensiona la paritaria con ATE al deslegitimar los reclamos salariales del sector público, en plena crisis económica y con trabajadores que rozan la línea de pobreza.

En medio de un conflicto paritario que ya acumula semanas de tensión, el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, exsindicalista petrolero devenido en dirigente político, lanzó una frase que encendió la polémica: “¿Probaron lo que es laburar en el privado?”, en referencia a los trabajadores estatales que exigen una recomposición salarial real ante la persistente inflación.

Durante una conferencia de prensa en Caleta Olivia, Vidal defendió su gestión y apuntó con dureza contra los reclamos encabezados por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que viene realizando paros y movilizaciones por la caída del poder adquisitivo. El mandatario sostuvo que “muchos se quejan pero nadie se va del Estado”, minimizando la situación de precariedad que viven miles de empleados públicos santacruceños.

> “Laburar 8 o 10 horas, estar 21 días fuera del hogar, sin ver a tus hijos ni a tu pareja, trabajar en yacimientos o embarcado… No es fácil”, comparó Vidal, marcando una línea divisoria entre quienes trabajan en el sector privado y quienes —según su mirada— disfrutan de privilegios en el empleo público.


La respuesta no tardó en llegar. Desde ATE, su secretario general Carlos Garzón rechazó el aumento ofrecido de $36.000 en cuatro cuotas para el segundo semestre y denunció que hay estatales cobrando sueldos de apenas $80.000, muy por debajo de la canasta básica, mientras los salarios más altos apenas superan los $500.000. “Estamos lejos de que ningún estatal sea pobre”, advirtió Garzón, en alusión al discurso oficial que intenta relativizar la crisis social que atraviesa el empleo público.

La lógica empresarial en la gestión estatal

Lejos de construir puentes, Vidal eligió el camino de la confrontación. En lugar de reconocer la realidad de trabajadores que sostienen la educación, la salud y la administración pública en condiciones de ajuste, el gobernador los invita —casi con desdén— a abandonar sus puestos si no están conformes. Como si se tratara de una elección voluntaria, y no de una necesidad de subsistencia en una provincia golpeada por años de políticas erráticas y un presente marcado por el ajuste.

Su discurso resuena con el de la Casa Rosada. Javier Milei y sus ministros repiten una y otra vez que “el Estado es una organización criminal” o que los empleados públicos son un “gasto inútil”. Vidal, aunque desde el sur y con pasado sindical, parece suscribir esa misma narrativa: el trabajador estatal como carga, como rémora, como un enemigo interno a disciplinar.

Ajuste y herencia: el manual del buen alumno libertario

En otro pasaje de la conferencia, Vidal volvió sobre uno de los tópicos preferidos de los oficialismos sin respuestas: la pesada herencia. “Regalaron el petróleo, la minería, los recursos pesqueros. Cuesta mucho revertir eso”, afirmó, en una crítica genérica a gestiones anteriores sin ofrecer mayores precisiones.

El gobernador pidió “unidad” para sacar adelante la provincia, pero lo hizo luego de estigmatizar a los mismos trabajadores con los que necesita acordar. Dijo querer “recuperar los recursos” de Santa Cruz, pero a costa de empobrecer a quienes sostienen el aparato estatal.

La realidad que Vidal no quiere ver

En un contexto nacional donde la inflación acumula más del 100% interanual, y con el gobierno nacional recortando transferencias, subsidios y salarios, los trabajadores estatales de Santa Cruz no reclaman privilegios, sino supervivencia. La propuesta oficial de aumento en cuotas no solo es insuficiente: es insultante, más aún cuando llega acompañada de declaraciones que buscan culpar a los propios empleados por el deterioro de su situación.

El conflicto sigue abierto. Las paritarias continúan empantanadas y el clima social se caldea en una provincia con una larga tradición de organización sindical y lucha por derechos laborales. Pero en lugar de tender puentes, el gobernador elige levantar muros. Y lo hace con una retórica que —aunque él insista en diferenciarse— se parece cada vez más a la del gobierno nacional que dice no representar.

Fuente

  • https://noticiasargentinas.com/politica/–probaron-lo-que-es-laburar-en-el-privado—-la-respuesta-de-un-gobernador-a-los-estatales-en-plena-paritaria_a683ba91ab86a263170a04d7a

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