Polémica en el Chaco: mientras el gobernador Leandro Zdero ajusta presupuesto en escuelas y hospitales, su gestión despilfarra enormes sumas en viáticos. En cuatro meses de 2025, el Estado chaqueño destinó más de $65 millones a gastos de viaje de funcionarios. La oposición denuncia que este dinero se convirtió en un sobresueldo encubierto para un puñado de funcionarios afines, agravando la crisis de una provincia con más del 60% de pobreza.
(Por Walter Onorato) En Chaco se escucha el clamor indignado de docentes y médicos: ¿cómo es posible que en plena “austeridad” estos funcionarios viajen sin límite gastando cifras obscenas, mientras las escuelas y hospitales se caen a pedazos? Los datos oficiales abren interrogantes sobre la transparencia del manejo público y revelan la paradoja de un discurso de austeridad, al igual que el gobierno de Javier Milei, que se despilfarra en privilegios.
Ajuste de bolsillo vs gastos ostentosos
El contraste es brutal. Docentes y médicos enfrentan recortes presupuestarios – con salarios congelados y falta de insumos básicos en aulas y hospitales – mientras el gobierno de Zdero “gastó más de $65 millones en viáticos” solo entre enero y abril de 2025. La lista de beneficiarios resulta escandalosa: el segundo mayor gasto lo encabezaron dos subsecretarios de segunda línea, y no el gobernador. Según registros oficiales, la Subsecretaria de Educación Isabel Sanchuk recibió $7.064.159 en cuatro meses, y el subsecretario de Coordinación del Gabinete Económico Guillermo Agüero cobró $7.046.690 en el mismo período. Ambos montos superan con creces al resto: para dimensionar, el propio gobernador Zdero apenas cobró $2.322.450 en viáticos en esos cuatro meses, apenas un tercio de lo que embolsó Agüero.
En otras palabras, nueve funcionarios de menor jerarquía han gastado más en viáticos que el propio gobernador. ¿Cómo se explica que encargados de despachos administrativos viajen más que el mandatario provincial, al mismo tiempo que escuelas cierran aulas por falta de gas y hospitales reasignan turnos por falta de insumos? Las cifras hablan solas: el gasto en movilidad estatal se ha disparado bajo un gobierno que se proclama “austero”. Incluso el diputado opositor Sebastián Benítez Molas calificó de “bochornoso” este derroche, señalando que los “paladines de la austeridad y el orden financiero” gastan millones en viáticos.

Contraste social: salarios mínimos vs privilegios
La magnitud del despilfarro es difícil de creer sin comparaciones. El salario mínimo nacional ronda los $202.800 mensuales, y un docente chaqueño cobra en promedio unos $900.000 al mes. En este contexto, los casi $7 millones de Agüero equivalen a más de 9 meses de salario docente en apenas cuatro meses de viáticos. “En una provincia con más del 60% de pobreza, estos números son una cachetada”, fustigó Benítez Molas. Cada peso derrochado en viajes podría haber sido una compra de medicinas, una mejora en un aula, un aumento docente — en cambio, se convierte en un complemento “habitual” al sueldo de algunos funcionarios.
Este contraste genera indignación. Es lógico preguntarse: ¿por qué en Chaco la “austeridad” no alcanza a quienes más viajan? La brutal realidad es que, mientras el ministerio de Educación ajusta sueldos para cumplir metas fiscales, los mismos funcionarios de ese ministerio viajan al exterior o por la provincia a costa del erario. Todos conocen la situación real: docentes y médicos carecen de lo mínimo para trabajar, pero pocos hablan de la gala de gastos de los cuadros políticos. Con salarios de hambre en la salud y la educación, las asignaciones de viáticos se convierten en un agravio moral.
Sobresueldos encubiertos y falta de transparencia
Los propios críticos admiten la complejidad: en ocasiones, viajar es necesario para gobernar. Pero en Chaco el extremo de los casos obliga a hacer pausas. Si hay funcionarios que “deberían estar en su escritorio” pero acaban viajando más que el gobernador, algo no cuadra. Como advirtió Benítez Molas, hay solo dos explicaciones posibles: o las funciones están mal asignadas (¿qué hacen tantos viajes sin bajar al territorio?) o se usa el viático como forma de complementar sueldos. “Ambas cosas son graves”, resumió el legislador.
En la práctica, los viáticos dejaron de ser la excepción presupuestaria para convertirse en “una vía paralela de ingresos” dentro del gabinete. El listado completo arroja otro dato preocupante: 24 funcionarios cobraron viáticos en el primer cuatrimestre de 2025. Cargos intermedios, direcciones técnicas, vicepresidencias de consorcios: muchos de ellos ejercen tareas de escritorio, no puestos de alta exposición territorial. Este mecanismo opaco y desproporcionado desdibuja toda lógica de austeridad. A ojos del ciudadano común, la sospecha se profundiza: ¿para qué sirve realmente este dinero si no sale de las oficinas? De secretaría a residencia oficial, el fondo se gasta sin justificación creíble.
Voces críticas: hipocresía y “tomadura de pelo”
La queja no proviene sólo de la oposición tradicional. En marzo de 2025 el intendente de Colonia Elisa, Pedro Maidana (del mismo partido provincial), explotó en indignación. En radio dio en el clavo: calificó al gobernador Zdero de “hipócrita” por aumentarse los viáticos “de forma obscena” al asumir, mientras a los docentes y estatales “por un lado no le dan aumentos” y a ellos “se suben los viáticos” en un gesto que, dijo, les *“toma el pelo a la sociedad chaqueña”*. El dato es explícito: a través del Decreto Provincial N.º 329/25, firmado por Zdero, los viáticos oficializados a funcionarios subieron entre un 332% y un 566% respecto a la gestión anterior. En medio de este escenario “agobiante”, Maidana describió tal medida como *“una tomada de pelo a la sociedad, el colmo de la hipocresía”*.
El intendente sostuvo que este agravio tiene rostro social: el gobierno “usó a los docentes para la campaña, al igual que a los residentes del Hospital Perrando”, prometió mejoras y reconocimientos, pero finalmente ignora a estos sectores en su dolor. Estos comentarios no son flor de un día. Casi al mismo tiempo, grupos de trabajadores reclamaban que, pese al compromiso público de un gobierno «severo con el gasto ajeno», se permitieran tal escalada en viáticos internos. La palabra “sobresueldo” empezó a repetirse en foros y redes. En Colonia Elisa ya preparan colectas de firmas por paritarias, mientras el oficialismo voltea la cara para no oír las sirenas de alarma en hospitales y escuelas.
La paradoja austera: discurso nacional vs privilegios locales
Esta controversia llega con un fuerte componente político. Zdero forma parte de la coalición que encabeza el presidente Javier Milei, caracterizada por su discurso de orden fiscal y “fin del gasto político”. A nivel nacional, el gobierno cerró programas sociales y congeló presupuesto, diciendo que todas las cuentas se revisan con lupa. Sin embargo, en el Chaco el guión es otro: se destinaron millones más para los bolsillos de funcionarios leales, contradiciendo de facto ese libreto de austeridad. Como preguntan los vecinos, ¿dónde queda el rigor que predican cuando incluso los lujos de los viajes crecieron de golpe?
Resulta perturbador: mientras en Buenos Aires Milei anunciaba recortes drásticos, su aliado chaqueño firmaba un aumento de viáticos de hasta 566%. La explicación oficial invoca ajustes por inflación o comparativas inyectadas, pero la ciudadanía siente que es puro acomodamiento para un club selecto. En tiempos electorales, este doble discurso se paga caro. Queda claro que el hambre financiera de Zdero no es por el Estado, sino por los privilegios de sus cercanos.
Impacto en educación y salud: ¿quién paga la cuenta?
En últimas, los principales damnificados de esta fiesta de viáticos son los sectores ya precarizados. Con lo que un sólo subsecretario cobraba en viáticos se podría haber cubierto medio año de sueldo para varios maestros o mantenido en marcha una guardia médica local. Cada kilómetro viajado por el gabinete significó una milla de distancia de las urgencias sociales. Las protestas docentes que pedían diálogo no reciben respuesta, y las cadenas de médicos que exigían insumos no logran reemplazar los fondos fugados al burocratismo. Así lo advirtió Maidana: “ya es hora de ponerse el overol, de trabajar de verdad con estos sectores… sin doble discurso”.
Mientras tanto, padres se preguntan si el diario ajuste del presupuesto estará financiando otra gira oficial; alumnos se enteran de que en lugar de mejoras, el gobierno impuso un decreto que encarece los viáticos a sus maestros. Es imposible olvidar que el discurso del “sacrificio de todos” se escucha hueco cuando son siempre otros quienes se escapan.
Exigir transparencia y equidad
La bronca colectiva no es una ocurrencia súbita: es la acumulación de años de promesas incumplidas. En este escenario, las autoridades deberán rendir cuentas más allá de los comunicados oficiales. La sociedad chaqueña necesita respuestas: ¿quién verificó esos viajes? ¿Cuántos destinos fueron sólo estadía? Exigir transparencia es ya un clamor.
Por ahora, los viáticos millonarios son una señal clara de prioridades invertidas. La próxima vez que un funcionario repita “ajuste” o “orden financiero”, la gente se acordará de esta historia. Hasta que haya sanciones y un cambio real en los mecanismos, cada nuevo viaje lujoso será visto como un insulto y cada promesa de austeridad como una burla. Al final, la lección parece contundente: la lucha no es solo contra faltantes en las escuelas o las guardias, sino contra un modelo de privilegio que se resiste al control ciudadano. Como dijo el intendente Maidana, este modelo es “imposible” y solo la presión social exigirá las medidas urgentes que la gente merece.
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