¡Antológico! Carignano contra Gerardo Milman en Diputados: «¿La querías matar?»

En una sesión encendida en la Cámara de Diputados el pasado 4 de junio, la legisladora de Unión por la Patria, Florencia Carignano, lanzó una durísima acusación contra el diputado del PRO Gerardo Milman, a quien señaló directamente por su presunto vínculo con el intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner. Su frase, pronunciada con tono desafiante, estremeció el recinto:
“¿La querías matar, Milman?”

La diputada retomó una de las líneas de investigación más inquietantes de la causa por el atentado a la expresidenta: la declaración de una testigo que aseguró haberlo escuchado a Milman en un bar del Congreso decir, días antes del ataque, la frase:

“Cuando la maten, yo voy a estar camino a la costa”.

Además, recordó que Milman y sus asesoras borraron el contenido de sus teléfonos antes de entregarlos a la Justicia, y que lo hicieron en una oficina vinculada a Patricia Bullrich, asistidos por un perito informático que luego fue contratado por el PRO.

“¿Cómo te da la cara para seguir sentado acá?”, le lanzó Carignano. “Yo me pregunto todos los días cómo alguien que fue funcionario de Seguridad, que sabía lo que iba a pasar, que borró los celulares, que mintió, que no se presentó a declarar, puede seguir caminando por estos pasillos como si nada”, disparó.

Y fue más allá, aludiendo directamente a su estado en el momento del atentado:
“¿Vos estabas drogado cuando pasó todo esto, Milman? ¿Por eso no te acordás de nada?”, lo increpó sin medias tintas.

El ambiente en el recinto se volvió tenso. Cristian Ritondo, jefe del bloque PRO, intentó desviar la discusión con una provocación machista:
“Vergüenza es ser mujer y haber sido funcionaria del gobierno de Alberto Fernández”, gritó. Carignano no se amilanó: lo acusó de misoginia y le respondió: “Ustedes se ríen porque no tienen cómo explicar el silencio que cubre este intento de magnicidio”.

Pero los cruces no terminaron ahí. Cuando la diputada Lilia Lemoine (La Libertad Avanza) intentó interrumpirla a los gritos desde su banca, Carignano la frenó en seco con una frase que encendió la polémica:

“¡Callate, gato!”.

El insulto provocó un escándalo. Lemoine se levantó indignada, mientras sus compañeros exigían una retractación. Carignano no se disculpó y, lejos de bajar el tono, remató:
“No me van a callar. No me asustan ni sus trolls ni sus carpetazos. Yo voy a seguir diciendo lo que muchos piensan y nadie se anima a decir”.

La jornada legislativa terminó envuelta en gritos, acusaciones cruzadas y un silencio inquietante del bloque PRO, que evitó referirse a las declaraciones de Milman, a los teléfonos borrados, y al rol de Patricia Bullrich en la maniobra.

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