Una recuperación que no llega a los hogares
El retroceso de marzo representa el primer gran freno desde abril del año pasado, cuando la economía tocó fondo tras la brutal devaluación del 118% aplicada por el gobierno en sus primeros días de gestión. Desde entonces, Milei buscó instalar un relato de estabilización, con baja en la inflación mensual y una supuesta mejora del poder adquisitivo. Sin embargo, los datos demuestran que ese discurso no se traduce en bienestar para las mayorías.
Sectores que impactan directamente en la vida cotidiana, como la electricidad, el gas, el agua, la salud o la hotelería y gastronomía, están en retroceso. Según el EMAE, electricidad, gas y agua cayeron 4,3%, los hoteles y restaurantes 3,6%, la administración pública 1,1% y los servicios de salud 0,3%. Incluso las actividades comunitarias se contrajeron 0,8%. Todo ello en un contexto donde el consumo interno sigue deprimido y los salarios continúan por debajo de la inflación acumulada.
El espejismo financiero
El gobierno y los medios oficialistas insisten en mostrar como éxito el crecimiento de sectores como el financiero y el comercio (que subió 9,3% interanual). Pero se trata de una recuperación sin anclaje en la economía real. La «bicicleta financiera» sigue girando, pero sin generar empleo, sin activar la producción industrial y sin redistribuir riqueza.
La industria manufacturera tuvo un repunte del 4,2% interanual, pero su recuperación es más un reflejo de la baja base del año pasado que un signo de dinamismo sostenido. Además, la caída mensual en sectores vitales y la paralización de exportaciones –como lo demuestra el cierre temporal de la planta de General Motors en Rosario por la caída de ventas a Brasil– dejan en claro que el modelo Milei no tiene piernas largas.
Incertidumbre, FMI y horizonte oscuro
La consultora ACM advirtió que este parate económico «plantea interrogantes sobre la solidez del rebote» y apunta a la «incertidumbre cambiaria» y las tensas negociaciones con el FMI como factores que frenan la inversión y la estabilidad. La contracción de marzo borró parte de los avances entre diciembre y febrero, devolviendo a la economía a los niveles de finales de 2024.
A esto se suman las alarmas encendidas por el aumento de locales comerciales vacíos (un 70% más en el primer año de Milei) y la caída del 1,5% en la actividad industrial de marzo. Todos síntomas de un esquema que prioriza la especulación financiera por sobre el desarrollo productivo.
Milei y su «milagro» invisible
Mientras el gobierno insiste en defender su «plan motosierra» y festeja los números del riesgo país o la baja del dólar blue, la calle dice otra cosa. Los comedores siguen abarrotados, el desempleo crece silenciosamente, y el Estado se retira de áreas estratégicas como la salud, la ciencia, la educación y la producción nacional.
Detrás de los números maquillados, la realidad grita. La economía argentina no se está recuperando: está mutando hacia una estructura más desigual, más frágil y más dependiente de los vaivenes financieros. Una economía para pocos, sostenida sobre la exclusión de las mayorías.
Fuente:
- https://www.lapoliticaonline.com/economia/la-economia-cayo-1-8-en-marzo-y-exhibe-senales-de-agotamiento-en-sectores-clave/
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