El plan económico no camina y salen a emitir US$ 7.000 millones en bonos para evitar una corrida

Mientras la economía real se hunde, Caputo recurre a medidas financieras de alto riesgo para contener el dólar y sostener el relato de la “moto liberal”.

Con las reservas del Banco Central en caída libre y un tipo de cambio planchado gracias a un cepo más férreo que nunca, el Gobierno de Javier Milei anunció un paquete de medidas que confirma lo que ya es evidente: el plan económico no camina, y la única salida que encuentran es seguir tomando deuda. En total, el Ministerio de Economía proyecta emitir hasta US$ 7.000 millones en bonos en lo que resta del año, una cifra colosal destinada a tapar los agujeros de una política que solo beneficia al capital financiero y a los especuladores de siempre.

A la cabeza de este nuevo ajuste encubierto está el ministro Luis «Toto» Caputo, viejo conocido de los mercados y responsable del endeudamiento récord durante la era Macri. Esta vez, sin conferencia de prensa y con más opacidad que transparencia, el equipo económico —integrado por Caputo, Juan Pazo (titular de Arca) y Santiago Bausili (presidente del BCRA)— oficializó la emisión de bonos, la convocatoria a un préstamo REPO con bancos internacionales, el reemplazo de instrumentos monetarios y una suba en los encajes bancarios.


La bicicleta financiera, recargada

El objetivo de fondo es claro: conseguir dólares sin tocar reservas y evitar una devaluación brusca antes de las elecciones. Para eso, el Gobierno licitará bonos suscriptos en dólares con plazos mayores a un año, apuntando a captar hasta US$ 1.000 millones por mes. Según fuentes del equipo económico, la meta es acercarse a los US$ 9.000 millones necesarios para cumplir con las exigencias del FMI.

En paralelo, se eliminarán restricciones para la entrada de capitales especulativos, una flexibilización que busca tentar a fondos del exterior, a costa de mayor volatilidad futura. JP Morgan ya lo había anticipado: el Gobierno podía compensar la falta de reservas “emitiendo contra dólares a residentes”. Es decir, más deuda y más bicicleta.



Deuda sobre deuda: el REPO, versión 2.0

A esto se suma una nueva licitación del mecanismo REPO, un préstamo con bancos internacionales que ya en enero había implicado una colocación por US$ 1.000 millones a una tasa del 8,8% anual. Esta vez, el BCRA espera conseguir otros US$ 2.000 millones. Entre los prestamistas figuran pesos pesados del sistema financiero global como Santander, JP Morgan, ICBC, BBVA y Citi.

Se trata, ni más ni menos, de hipotecar bonos del Tesoro para conseguir dólares prestados. Una operación riesgosa y costosa, que recuerda a los tiempos en que la mesa de dinero de Caputo vendía la ilusión de “lluvia de inversiones”.



Maniobras contables y maquillaje monetario

Como parte del paquete, el Banco Central anunció la recompra de opciones de venta (Puts) en poder de los bancos, una medida que busca reducir “fuentes potenciales de expansión monetaria”. También se eliminarán las letras LEFI a un día y se canjearán por LECAPs a 30, 60 y 90 días. Y, para cerrar, suben los encajes bancarios, es decir, el dinero que las entidades deben dejar inmovilizado, absorbiendo liquidez para evitar que la bomba monetaria explote.

Todo esto, en palabras de un exfuncionario del BCRA citado por Clarín, se resume en una frase brutal: «Todo muy financiero para que el dólar no se escape».



Caputo y el show mileísta: streaming en lugar de conferencia

Llamativamente, ninguna de estas medidas fue explicada en una conferencia de prensa. En su lugar, Caputo anunció que hará una aparición en el streaming libertario “Carajo”, fiel a la lógica de un Gobierno que desprecia la institucionalidad y prefiere los micrófonos amigos para vender sus fracasos como epopeyas.



¿Y la gente?

Mientras tanto, la economía real sigue desangrándose: caída del consumo, salarios pulverizados, industria paralizada, ciencia desfinanciada, universidades asfixiadas. Pero el Gobierno, lejos de corregir el rumbo, dobla la apuesta financiera para sostener el dólar ficticio, aunque eso implique hipotecar el futuro del país.

La Argentina de Milei es un laboratorio de shock neoliberal donde el único plan es evitar el estallido hasta las próximas elecciones. El costo, como siempre, lo pagan los mismos: los trabajadores, las pymes, los jubilados, los estudiantes, los científicos.

El relato de la motosierra es apenas eso: relato. Porque cuando la realidad aprieta, Milei y Caputo no cortan nada. Solo endeudan, negocian con los bancos, y le piden a los argentinos que sigan guardando dólares bajo el colchón, mientras ellos rifan el país por partes.

Fuente:

  • https://www.clarin.com/economia/gobierno-emitira-deuda-us-7000-millones-ano-sube-encajes-contener-pesos_0_DLg5LELpeK.html


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